Serie 1. Esperando el tiempo de Dios.
- Pilar Garcia.
- 21 ene 2017
- 6 Min. de lectura

Hola de Nuevo Mujeres Cautivantes, buscando entre mis tesoros escondidos (estudios que he compartido en algún momento) encontré este estudio: Esperando en el tiempo de Dios. Un tema que me cayó “como anillo al dedo” ¿No es verdad? Yo creo que al Igual que tu, estamos esperando algo en nuestras vidas. Algunas esperamos un hijo, un esposo, un trabajo, una respuesta a una oración, ver a un padre o a una madre a la cual hace muchos años no vemos, ver la restauración de un matrimonio, a un hijo o hija fuera de las drogas ect, ect, ect. Solo tú puedes agregar lo que estas esperando. Y es importante saber los tiempos de espera, pero también los tiempos de Dios.
Y este estudio se trata precisamente de eso: Esperar el tiempo perfecto de Dios y ver en el libro de Eclesiastés que todo tiene un tiempo para nuestras vidas, un tiempo apropiado. Y su propósito es que nosotras confiemos en su tiempo y nos fortalezcamos también para los tiempos malos, teniendo la confianza en un Dios bondadoso. Y bueno decidí hacer una mini serie de Eclesiastés 3:1-15. Que le he llamado “Esperando el tiempo de Dios” comenzando desde versículo 1. Espero sea de mucha bendición. Y no te pierdas la siguiente serie. Vamos a Leer.
Todo a su debido tiempo
1. Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo. 2 Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. 3 Un tiempo para matar y un tiempo para sanar. Un tiempo para derribar y un tiempo para construir. 4 Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar. 5 Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras. Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse. 6 Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar. Un tiempo para guardar y un tiempo para botar. 7 Un tiempo para rasgar y un tiempo para remendar. Un tiempo para callar y un tiempo para hablar. 8 Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz.
9 ¿Qué es lo que en verdad gana la gente a cambio de tanto trabajo? 10 He visto la carga que Dios puso sobre nuestros hombros. 11 Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin. 12 Así que llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que alegrarse y disfrutar de la vida mientras podamos. 13 Además, la gente debería comer, beber y aprovechar el fruto de su trabajo, porque son regalos de Dios. 14 También sé que todo lo que Dios hace es definitivo. No se le puede agregar ni quitar nada. El propósito de Dios es que el ser humano le tema. 15 Los sucesos del presente ya ocurrieron en el pasado, y lo que sucederá en el futuro ya ocurrió antes, porque Dios hace que las mismas cosas se repitan una y otra vez.
3:1. Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo. Aquí está de nuevo la palabra “temporada” wow es de lo que hemos venido hablando desde el principio. ¿Verdad? Bueno veremos que significa temporada para tener una comprensión más clara de este versículo. Temporada sig.: Espacio de varios días, meses o años que se consideran aparte formando un conjunto: temporada de verano. Tiempo durante el cual sucede alguna cosa o se realiza habitualmente.
Tomando ahora esta definición podemos interpretar este versículo así “hay un día o mes o año para que suceda o se realice cada actividad bajo el sol”
Esto significa entonces que Dios ya dispuso un tiempo o una temporada para cada actividad que nosotras hagamos. Dios ha programado todas las actividades de nosotros los seres humanos. Yo no sé tú mi querida Mujer Cautivante. Pero a mí me da mucha esperanza saber que Un Dios tan bondadoso haya programado sus tiempos en mi vida. Si, tiempos buenos y tiempos malos. Pero si Dios está detrás de esos tiempos. Entonces no hay nada de que temer. Pero debemos de tener cuidado de no salirnos del tiempo de Dios. Podemos caer en el error de pensar que ya Dios se olvido del plan. Que Dios se está tardando en traernos la respuesta y que ya no hay tiempo. Y entonces queremos ayudarle a Dios. ¿No te parece conocida esa manera de actuar? Y las consecuencias a esto es que atraemos cosas desagradables a nuestras vidas por no esperar en el tiempo de Dios. La palabra de Dios dice: Así dice el Señor: En el momento propicio te respondí, y en el día de salvación te ayudé. Isaías 49:8. Entonces el tiempo de Dios para nosotras no es un tiempo cualquiera si no que es un tiempo Propicio, favorable. Debemos entender que Dios tiene el tiempo de todas las cosas, en sus manos y que "Todo es posible para Dios"
También vamos a examinar un poco más profundo la palabra “tiempo” En el griego los términos más usados para tiempo son: Cronos y Kairos. Cronos (Kronos) que es una palabra de origen griega que significa: lapso de tiempo, duración de tiempo. También es usada como una palabra compuesta de cronometro y sus derivados. Esto nos habla del tiempo terrenal, que se puede medir. Es el tiempo del hombre. Y Kairos que es una palabra utilizada en el griego bíblico que significa: Tiempo, oportunidad, momento oportuno, tiempo favorable, tiempo señalado, temporada, estación, época.
Kairos es el tiempo oportuno, diseñado por Dios, para intervenir en la vida de los hombres de una manera sobrenatural y poderosa. Tiempo diseñado por Dios, para que se manifieste en la vida del ser humano su favor y su bendición.
Es interesante reflexionar en las dos tipos de palabras y sus definiciones de tiempo. Esto nos muestra que hay un tiempo de Dios y otro que no es su tiempo, si no el de nosotras mismas (El tiempo terrenal) El tiempo que podemos medir, pero para Dios nuestro tiempo no es su tiempo, El es el tiempo.
En el tiempo cronos que se puede medir, podemos ver que a veces, Dios se está tardando con una respuesta a nuestras peticiones o anhelos. Pero el Señor sabe cuándo y cómo lo hace. En Isaías 55:8-9 dice: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Quienes confían en el señor jamás serán avergonzados. Salmos 23:3. Si depositamos todo en las manos de Dios, veras la mano de Dios en todo. Y podemos descansar que sus tiempos son perfectos para que recibamos sus bendiciones. Esperar en Dios no es perder el tiempo, es ganar tiempo. Y los resultados será que Dios será glorificado por confiar en El.
Un ejemplo de cómo Dios obra en sus tiempos y no en el nuestro, es la historia de María, la hermana de Lázaro. Esta hermosa historia la podemos encontrar en Juan 11:1-44. Lázaro había muerto llevaba 4 días en la tumba y el señor no se encontraba allí para consolarlos, pero él sabía lo que había pasado. Aun así se queda dos días más. Después de eso Jesús regresa a Judea. Cuando Marta se dio cuenta que Jesús estaba por llegar sale de prisa a su encuentro y le dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” y luego Maria la otra hermana le dijo: “Señor, hiede ya, porque lleva cuatro días”, pero Jesús dijo: ¿No te he dicho que si crees veras la gloria de Dios? wow me puedo reflejar en Marta, ni siquiera por su mente paso la idea de que Jesús podría resucitar a su hermano. Ella tal vez pensó, Jesús llegaste tarde. Llegaste en el tiempo menos favorable. Ya nada se puede hacer. El tiempo de ella, al igual que el de María no era el tiempo de Jesús para poder hacer un milagro tan maravilloso. Dios tiene todo en sus manos. Él no se tarda, y tampoco llega tarde, él sabe cómo y cuándo hace las cosas. Nosotras solo debemos confiar, y depositar todo en las manos de Dios teniendo la certeza que el hará todo en su tiempo, en su hora y en su manera. Porque para Dios todo es posible.
Porque yo sé los planes que tengo para vosotros--declara el SEÑOR-- planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11.
Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que tú has hecho, y muchos tus designios para con nosotros; nadie hay que se compare contigo; si los anunciara, y hablara de ellos, no podrían ser enumerados. Salmos 40:5
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú. Isaías 43:1
Bueno es esperar en silencio la salvación del SEÑOR. Lamentaciones 3:26
Dios te bendiga tu amiga Pilar.
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